Pasan semanas del destierro solidario nacional, en el que sin pensar poco a poco y sin armas (aparentemente; el misil Katiusha no es nada comparado con el tianguis ambulante) en el que se ha convertido su hogar, ¿quien asegura que un caja de carton o los cobertores de cuadritos rojos con cafe son menos calientes que el apilar tabiques con mezcla y un colado como techo?, bien dice el dicho no es lo mismo una casa que un hogar con vecinos que comparten luz, agua, comida, canta-autores, cronistas y sanirents.
Y buscando la causa sin encontrarla ya encontre el efecto.....por favor no hay que polarizar.
Pasan semanas del destierro aquel que los hizo huir sin más que los hijos al hombro y ¿que encuentran? mera violencia muda y sorda que ha dejado atras sus fines ha logrado sembrar odio y ha hecho del espacio vivo un basurero de mierda y cascajo, derrumbó sus casas, sus tiendas, y sus templos. Ahora si hay que orar.
Ellos si que tendrán que compartir el pan, la luz que no hay el agua que tampoco hay, el pan y el vino.
Aún así sigo prefiriendo que me destierren de mi lugar de trabajo por unas horas, al fin se que tengo un espacio para habitar, que no me quitará el sueño el estruendo de un misil y que es muy poco probable que en plaza coyoacan muera por la explosión de un coche bomba.
