«¿Es correcto el femenino? ¿No te suenan mal 'arquitecta', 'jueza' o 'médica'?»
Parece que, a lo largo de los años transcurridos desde la fecha de publicación del citado libro en 1994, tanto los usuarios de la lengua española como los medios de comunicación, que tantísima influencia ejercen sobre lectores y oyentes, se han decantado mayoritariamente, de manera natural y con sorprendente flexibilidad, por la primera solución, la feminización de la forma masculina; acaso también haya contribuido a la implantación de esta solución la perversa habitual pereza que impulsa a demasiados usuarios de nuestra lengua hacia las formulitas rápidas y simples, sin ejercitar la mínima reflexión, prescindiendo de cualquier esfuerzo intelectual, desconfiando de sus propias capacidades y conocimientos lingüísticos.
Es evidente que las mujeres actuales van ocupando lugares antes prohibidos.
Y si abres cualquier diario te encuentras con ministras, conductoras de autobús, empresarias, guardias civiles, catedráticas, pilotos, teólogas. Hace veinte años, esa comunidad de seres autónomos no existía. En las noticias sólo aparecían tonadilleras, asesinas y esposas. [...] En sólo veinte años se ha producido una revolución mucho más eficaz que la soviética. Las mujeres han conquistado su soberanía sexual, política y laboral. Esta nueva soberanía las afecta a ellas, pero hace mucho más interesante la vida de millones de varones (El País, 15.11.00, última página).
Dentro de este mismo espacio de profesiones prestigiosas, van siendo frecuentes los femeninos para ingeniera y arquitecta.
Es frecuente el rechazo del femenino arquitecta con el argumento de que se trata de un término horroroso, o bien porque 'suena mal'; ¿acaso el masculino arquitecto o el femenino arquitectura, que todos admitimos sin inquietantes reparos, son palabras fonéticamente mucho más agradables?
No podemos seguir ignorando la realidad de que existen mujeres con esta función, ni tampoco debemos olvidar que hoy podemos elegir la solución ignorada por muchos, como la ha elegido un varón, pensando en su hija y en su nieta.
ARQUITECTAS....SIGUAMOS EL CAMINO
Zaha Hadid, arquitecta Irani Premio Pritzker 2004
Margarethe Schütte-Lihotzky, la primera arquitecta de Austria
En las décadas del cuarenta al sesenta los nombres de las arquitectas Elena Pujals, María Elena Cabarrocas, Silvia O’ Bourke, Margot del Pozo y principalmente el de Gabriela Menéndez, destacan por sus obras y sus aportes a la arquitectura cubana. No obstante, la historia de las arquitectas haitianas es una historia muy reciente, así como también lo es la aparición de las arquitectas en Jamaica y en los otros países de la región. Hasta donde sabemos, es a partir de la década del sesenta (y principalmente en la década del setenta) que las mujeres empiezan a dedicarse a la práctica de la arquitectura en estos países, habiendo sido éste, hasta la fecha, un campo exclusivamente masculino.
Y asi muestras de mujeres arquitectas..etc, etc, etc.